He recibido desde España esta carta de una apasionada de la Historia que ha leído mi novela "Querida Alejandría".
Me llena de alegría no haber defraudado su nostalgia por la belleza de ese mundo perdido, su paciente reconstruir a la medida de su sueño los rostros de Octavia, Marco Antonio, Cleopatra, Alejandro Helios y Cleopatra Selene...
Querida María, ayer me leí con tanta avidez "Querida Alejandría" que me he pasado toda la noche soñando con ellos.
¿Qué puedo decir que no te hayan dicho ya?
En más de una vez se me saltaron las lágrimas y tenía que esperar que mis ojos pudieran volver a enfocar para poder seguir leyendo. Sobre todo me ha emocionado todo lo que concierne a Octavia y a Marcelo, qué gran mujer.
Me ha gustado mucho la huída de Alejandro Helios. El imaginarlo libre me alegra por dentro.
Escribes con mucho sentimiento y lo transmites a quien te lee.
Un abrazo fuerte.
Abisinia de Etiopía
Cleopatra Selene
Niña de letras en una biografía dedicada a Cleopatra Séptima, parada de puntillas en el gran balcón de la Historia, me habló. Me contó de sus hermanos, Alejandro Helios y Tolomeo Filadelfo, de Cesarión y de Juba, de una Alejandría que se diluyó en la distancia y de una Roma que nació ante sus ojos.
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